miércoles, 14 de agosto de 2013

Me sumo al Desafío Rinoceronte Naranja

Muchas veces, demasiadas veces, me pierdo. Me olvido, renuncio a quien quiero ser, y grito. Es impresionante cuanta IRA puede una tener acumulada y cuanta incapacidad de manejar y soltar de manera sana las emociones; sobre todo aquellas relacionadas con la rabia y la frustración.

No es fácil criar a cuatro, menos estando sola, menos con recursos económicos insuficientes y menos aun con una red con mucho amor y voluntad pero a todas luces escasa... Pero lo que es realmente malo es sumarle a eso el andar el día a día pateando piedras, rabiosa, malhumorada. ME CARGA!!!! No me gusta, no me gusto y de verdad me duele el corazón cuando pasa; pero a ellos les duele mucho más y más profundo.

Hace unos día encontré en esta hermosa red virtual un post acerca del Desafío rinoceronte naranja. Una mujer norteamericana, madre de cuatro hijos -como yo- dedicada en forma exclusiva a la maternidad, creó este desafío para no volver a gritar a sus hijos (y marido... bueno ese problema no lo tengo yo, un trabajo menos!! ). Ella se propuso un año sin gritos y lleva ya dos.


Su blog está, lógicamente, en inglés, pero Sonia en su blog Putum Putum nos regala una traducción de las 10 cosas que aprendí cuando deje de gritarle a mis hijos y La Mamá Vaca nos aporta una traducción con los 12 pasos para dejar de gritarle a nuestros hijos.

Algunas ideas remecedoras de los planteamientos de la creadora del Desafío Rinoceronte Naranja y mis comentarios al respecto:
MIS HIJOS SON MI PUBLICO MAS IMPORTANTE
Claro!!! ellos son los que nos ven todo el tiempo ¿por que esforzarnos en ser la madre que queremos sólo frente a otros y permitirnos otra cosa frente a ellos?
 MUCHAS VECES SOY YO EL PROBLEMA, NO MIS HIJOS
Como muchas mamás, me puedo dar cuenta que lo que hoy fue motivo de gritos , mañana no lo es. Mas claro echarle agua: el problema es mío y bien mío.
NO GRITAR SE SIENTE INCREÍBLE aunque no hay que olvidar que LOS NIÑOS SIGUEN SIENDO NIÑOS
O sea, necesitan más tiempo que nosotros, ensucian, rompen, hablan fuerte o gritan, corren, saltan, no comen, comen demasiado, desordenan, vuelven a desordenar apenas esta medianamente ordenado... en fin. Dejar de gritarles no tiene por objetivo conseguir niños más obedientes sino criarlos con amor y ser la madre y mujer que quiero ser.

Uno de los 12 pasos sugeridos para dejar de gritar a nuestros hijos es Hacer Público el desafío y contar con una Red de Apoyo, real y virtual. Precisamente una mamá creo un grupo en facebook para quienes se suman a la iniciativa; yo acabo de enviar mi solicitud y me aceptaron. También en twitter se pueden usar los hashtag #rinonaranja y #yanogrito. Al parecer cada día son más.

Para apoyarme y tomármelo más en serio, cree una bitácora personal que intentaré llenar a lo menos los primeros tiempos de este tremendo desafío. Pueden seguirla acá.

¿Mi  meta? empezaré por proponerme este fin de semana larguísimo sin gritos. Luego iré por una semana más y así.

mis niños llenos de sonrisas!!!



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