Este Blog

Muchas veces pienso en cuantas cosas hubieran cambiado si la maternidad me hubiera sacudido antes, antes de mi primer hijo, o de mi segunda... pero no, yo necesite tener cuatro hijos, mellizos los dos últimos, y estar criando sin pareja para remecerme, para que los cimientos crujieran, para ser consciente de mis sombras... y ha sido duro.

Por supuesto, ahora comprendo que me robaron mis partos y que me perdí vivir mis puerperios y la lactancia de manera consciente; no se que me duele más.

Pero queda toda la crianza, y en eso estoy, intentando cada día ser la madre y la mujer que quiero, no la que las sombras me permitan.


Pintura de Pablo Amaringo

Soy madre de 4 hijos, el mayor es preadolescente y fue hijo único por 5 años. La del medio es escolar inicial y a sus dos añitos nacieron sus hermanos mellizos, un niño y una niña, que están en educación pre-básica.

Ser madre siempre estuvo presente en mi, no como una meta sino como algo normal, como crecer, como parte de la vida. Eso y también el formar una familia. Sin embargo, pensaba cosas bien distintas de como ser madre y como criar a lo que sentí cuando nací de nuevo con mi maternidad.

Fue, sin duda, un nacimiento, una transformación mágica. Y lo más increíble es que con cada uno de mis hijos una parte distinta de mi se ha remecido, se ha ido, se ha mirado o se ha conflictuado con los viejos esquemas y las sombras que aun me inundan. Y con cada hijo ha florecido algo nuevo en mi ¿o acaso siempre estuvo ahí? Si, tal vez siempre estuvo pero necesite 4 hijos para remecer mis cimientos.

Hoy cada día es un recordar cómo quiero vivir, cómo quiero criar; cada día es un enfrentamiento con mi ego, con mis sombras, con el autoritarismo y adultocentrismo, cada día cultivo mi consciencia en el acto más revolucionario que he decidido emprender. Y cada día me caigo... pero sigo, porque de eso se trata, de mantener la mira en la utopía. Si aun creo que es posible y fundamental cambiar este mundo, más aun creo que podemos vivir en casa como quisiéramos que fuese ese mundo nuevo.

En mi casa somos 5 y estoy a cargo de nuestro hogar y de mis hijos; nos alimentamos lo más sano que nuestro medio y nuestra economía nos permite, cuidamos el medio ambiente y practicamos la medicina antroposófica y terapias alternativas.

Soy profesional de las ciencias sociales y -pese a los bajos ingresos asociados- he optado por trabajos de horarios flexibles y poco "vistosos" para poder criarlos y estar juntos cuando lleguen del colegio o cuidarlos cuando enferman.

Me siento sola muchas veces, soy hija única y busque vivir cerca de mis padres para sentir más calor humano. Fuera de eso las redes son escasas y me falta tribu.

En la bloggesfera he encontrado contención, ánimo, información y reflexión, también cariño y comprensión anónima, esa que se siente cuando te ves reflejada en la otra persona, la que escribe, la que comenta.

Este Blog nace para compartir experiencias al calor de lo que leo en la madresfera; porque es este mundo el que me acompaña cada día, me alienta, me ayuda a recordar lo que quiero, a no caer en la inercia. Me motiva el llanto y la risa, me mueve el alma. Tal vez pueda aportar a acompañar a otras mujeres en su camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario