Hace unos días, Myriam, la mamá de Zambra, me deleitó con un post que es una delicia y un desafío. Ella tiene una niña y su casa es un espacio de libertad para todos, así que Zambra al jugar no está restringida a su cuarto ni a un lugar específico. Así que Myriam, muchas gracias por compartir el como lo hacen en tu casa, pues me siento menos loca y menos sola.
Yo también he dado la bienvenida a un caos cotidiano, y logro armonizarme un poco al mantener los juguetes en un relativo orden. Aun me cuesta soltarme y disfrutar más, y pensaré bien en eso de que no es necesario guardar un juguete para sacar otro, no es primera vez que esa reflexión cala en mi sentir.
Aca pueden leer el post de Myriam: en minúsculas: Jugar, jugar sin parar.: A mis padres, por permitirnos jugar y jugar como locas, sin restricciones, durante horas… Lo confieso,...
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